Ojo con esas frases o citas inspiradoras…
Muchas personas utilizan una cita o frase relevante para iniciar una reunión. Como cualquier otro recurso, en sí mismo no es ni bueno ni malo… Dependerá de cómo lo utilicemos.
Para no meter la pata con su uso, tiene que respetar los requisitos C I T A:
C Coherencia y conexión
Si la frase es muy bonita pero no se corresponde en absoluto con tu estilo o manera de ser, mejor evítala.
Ejemplo “No busques la culpa, busca la solución”. Ford. Solo es prudente utilizarla si nadie te ha visto nunca por los pasillos gritando “¿quien ha sido el cretino que ha…?”
Otro ejemplo: “Observa, escucha y aprende. No puedes saberlo todo. Todo el que piensa que lo sabe todo está destinado a la mediocridad”. Hasta aquí la mayoría coincidimos con lo razonable del razonamiento. ¿Qué pasa si cuando acabo digo que es de Donald Trump? Aquí ya…
También un hilo conductor es básico. ¿Algún vínculo? ¿Algo que ver con la reunión? Si la respuesta es no, olvídate. Pero si hay una buena conexión con lo que pretendes destacar o enfocar, es un perfecto aliado.
“Un objetivo sin un plan es solo un deseo” Saint Exupéry, puede ser útil si la reunión es para planificar.
I Iluminados abstenerse.
Pocas cosas me producen una sensación de vergüenza ajena tan grande en reuniones como el uso de citas rimbombantes, pretenciosas o de iluminados.
Para entrar en situación, acabo de buscar “grandes” citas motivadoras en google y casi me tiro por la ventana.
No sabía cuál era más patética, pero quizá la mejor sea “Sé infeliz o motívate. Tú eliges”. ¡Anda que el tal Wayne Dyer se debió quedar a gusto!
En el submundo de las frases motivadoras, realmente hay más frases de iluminados que frases que nos iluminen.
T Trilladas, fuera.
Evita las sobreutilizadas.
Ejemplos: “No hay viento favorable para el que no sabe dónde va” o “Si quieres resultados diferentes, no hagas siempre lo mismo” ¡Otra vez no, por favor!
Añade además que no siempre está claro el verdadero autor… Respecto a la primera, tanto podéis encontrar que es de Séneca como de Schopenhauer. Y en cuanto a la segunda, tanto se atribuye a Einstein como a Mark Twain, Benjamin Franklin o Rita Mae Brown.
A Adecua la expresión corporal y el paralenguaje a lo que pretendes transmitir con la cita.
Esfuérzate en ser expresivo. Si es humor… que se note, aunque sin exagerar.
No seas excesivamente solemne (a no ser que el contexto te lo exija) ya que generas distancia en lugar de complicidad.
Una buena cita, puede quedar difuminada si se transmite sin la fuerza, cariño, ironía etc… que requiere.
Elige bien tu cita y que nadie te pueda aplicar eso de “es mejor tener la boca cerrada y parecer estúpido que abrirla y disipar dudas” (frase que por cierto, tampoco hay acuerdo sobre su autoría).