El arte de facilitar reuniones
Llevar bien las #reuniones es todo un arte.
Estoy en una sala de espera que amenaza ser mi residencia al menos durante una hora y media y he empezado a desvariar sobre el tema… Lo que me ha llevado a pensar que hay “artistas facilitadores” de muchos estilos:
- Clásicos (las reuniones de siempre, llevadas como siempre).
- Abstractos (no los entiende ni Dios).
- Cubistas (ponen la boca en el lugar de la oreja).
- Renacentistas (saben de todo y sirven para todo) Algún Da Vinci de las reuniones, hay.
- Góticos. Aquí mas que el estilo arquitectónico, lo relaciono con la tribu urbana con gusto por lo oscuro… Licencia poco poética, ya lo sé.
- Barrocos (reuniones recargadas en las que sobran detalles y lenguaje innecesariamente complicado).
- Surrealistas (¿Has oído los objetivos que proponeeee?).
- Rupestres (pues eso… los hay muy primitivos en su manera de gestionar las incidencias: “deja a hablar a los demás” y otras delicadezas por el estilo).
- Naïf (pobrecillos…). No se dan cuenta de que la preparación técnica no es suficiente para la #efectividad de una reunión…
- Expresionistas (buscan la expresión de los sentimientos y las emociones, pero no siempre saben regularlas ni auto-regularse).
- Realistas (por fin).
- Racionalistas (sin florituras y racional, usando las novedades tecnológicas).
La lista se puede alargar… pero acaban de decir mi nombre (incompleto, por lo de la protección de datos) y lo dejo aquí.
Ya me haréis propuestas para ampliar la lista. ¡Venga, artistas!
Foto de Nikita Shalenny via Pixabay