“Ya lo han dicho”
Llevas más de una hora de reunión. Has estado atento y participativo hasta ahora, pero de repente alguien muy motivado suelta : “me importa un pepino”.
No sabes cómo, pero tu mente te lleva a la ensalada que vas a preparar esta noche. Dudas entre la de pepino y patata o la de queso de cabra… Difícil elección.
Han sido 10 segundos. Fatales, pero solo 10 segundos. Como estás muy implicado, vuelves rápidamente al tema y lanzas una aportación. No seas modesto, era una buena aportación… Pero de repente, el moderador hace un silencio que dura más de lo necesario, abre los ojos más de lo necesario y levanta los hombros más de lo necesario… y es entonces cuando pronuncia esa odiosa frase :
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“Ya lo han dicho”
¿Qué haces tú entonces?
Dudas entre si te quieres morir o lo quieres matar, pero has perdido las ganas de participar y vuelvas a tu ensalada de esta noche.
Lo que ha hecho este moderador no es especialmente censurable, ni tenía intención ofensiva alguna. Es una frase que soltamos a menudo cuando alguien repite una aportación.
Sin embargo, si el moderador sustituye el habitual “ya lo ha dicho Juanito” o “es lo que acaba de decir Juanito” por un : “Exacto Miguel, tal y como comentaba Juanito tenéis razón en que X es muy importante…” , se acabó la ensalada.
Real como la vida misma. Acabo de salir de una reunión en la que me he "ausentado" mentalmente durante unos segundos…en los que se ha dado información que debería haber anotado. Causas? ni cansancio, ni aburrimiento. Simplemente el cerebro no puede estar conectado a un tema por tiempo indefinido. Quizas sería necesaria una gimnasia mental previa a las reuniones para mejorar nuestro tiempo de conexión cerebral.
Si encuentras ejercicios, ¡avisa! 😉