La mayoría de las personas somos capaces de recordar (que no de olvidar) una situación en que ingenuamente dimos una idea a alguien. Su respuesta fue agradecernos el interés (o no) y luego decirnos que no era el momento, que no era posible, o que “en esa empresa” nunca…
Al cabo de un tiempo, esa misma persona aparecía en una reunión y satisfecho de sí mismo ¿adivináis qué presentaba como fruto de su propia inspiración? NUESTRA IDEA!!!
Reacciones posibles :
– Defender en la reunión nuestra autoría
– Hablar con él en privado
– No decir nada y decidir “dejar de pensar” en la empresa…
Desafortunadamente, la última es la más habitual, con la consiguiente pérdida de ideas valiosas que nunca verán la luz. Ninguna empresa puede permitirse huelgas cerebrales de sus colaboradores.
Pero ese robo no es siempre consciente. Puede suceder que Matilde le proponga a su jefe “a minúscula rodeada con un círculo”. A éste, la idea no le parece aplicable, pero le va dado vueltas hasta que de él surge una idea ¿nueva? (para él sí!) : “A mayúscula rodeada de un cuadrado”.Conflicto de visiones (y de egos) : para Matilde ES LA MISMA IDEA. Para su jefe NO.
Si el jefe es hábil, lo que hará cuando presente su A mayúscula en la reunión, será recordar que en su día Matilde propuso una “a minúscula” y que madurando el tema y adaptándola, gracias a ella surgió “A mayúscula” y por lo tanto agradecer “la inspiración”.
Eva, és exacte!
A mi m'ha passat moltes vegades de donar una idea al meu jefe que no semblava tenir ressó. Però és que després sortia en una altra conversa com si fos una idea seva: "He pensat que …". Al començament això m'enfadava bastant i li deia directament: "Però si això t'ho vaig dir jo …". Com us podeu imaginar, no li agradava gaire.
Amb el temps, vaig comprendre que la idea que jo li donava, en el fons, era com una llavor que es colgava en el seu cervell i que, amb el temps, brotava i llavors ell se la sentia com a seva. I tot i que continuava desagradant-me, podia comprendre el seu comportament.
Ramon
Eva,
A quien no le ha pasado de sentirse "robado". Pero lo que me parece interesante es el otro punto de vista que presentas : quizá me he inspirado alguna vez de una idea ajena y he podido ser percibido como un ladrón… Da que pensar.
Gracias
Yo también me veo en los dos lados : me he sentido despojado de ideas, pero es verdad que quizá he creido tener alguna y la he presentado como propia cuando detrás (¡minúsculas!) había otra.
Gracias por hacerme pensar
Alvaro G
Me ha encantado Eva.
Sin duda estoy contigo en considerar el hecho que más comunmente sucede, y que provoca que la organización deje de alimentarse del talento de sus integrantes. ¡ Es muy triste! y como perfectamente expones, bastaría con vender la valiosa idea y su autor. ¿Qué persigue el ladrón de ideas? ¿Significarse por su creatividad?, ¿No se supone que su puesto le otorga la sabia posibilidad de rodearse de un equipo de éxito? ¿Es la vía adecuada para mantenerlo?
Un abrazo Eva y gracias.
Gracias a tosos por vuestros comentarios
Eva
Hola Eva,
Es cierto, la de veces que ha pasado una situación similar, pero aprecio que en estas reacciones o falta de consciencia por parte de los jefes, se está produciendo un cambio a mejor, imponiéndose el respeto, incluso diría la educación, el sentido común, el escuchar, que no oír, y el reconocimiento si procede, debido a vuestras enseñanzas como formadores y a nuestras vivencias, donde aprendemos algo que muchas veces es muy importante, que no hacer si un día soy yo el jefe. Por otro lado, una nota, si la falta de habilidad por parte del jefe provoca la "pérdida de ideas que nunca verán la luz", la nueva corriente las potencia.
Un saludo,
Jordi.
Totalmente de acuerdo, Jordi