Mientras que las críticas más comunes que los empleados hacen de sus jefes tienen relación con sus reuniones, pocos responsables de equipos se cuestionan sus propias formas y estilo en ese ámbito.
Siempre es más “glamouroso” reconocerse carencias en temas de gestión del tiempo y sobretodo de gestión del estrés, que en el campo de las reuniones…
No nos engañemos, no surte el mismo efecto social:
– Me voy el fin de semana a un balneario, por que llevo un nivel de estrés impresionante.
Últimamente por las noches, me asaltan los asuntos pendientes en forma de pesadilla.
que
– Mis reuniones se han convertido en la pesadilla de mis colaboradores, quienes para poder
trabajar, me han pagado una semana en un balneario.
Entre los asistentes a un curso de conducción de reuniones encontramos motivaciones bien diferenciadas:
– los “es-que-me-han-apuntado”
– los que acuden en busca de herramientas y técnicas para salir con mayor éxito de
situaciones que les parecen complejas, es decir los que “quieren ganar”
– y por último y la menos habitual, aquellos que esperan encontrar sus áreas de mejora y
por lo tanto, aplicar el conocido “yo gano-tu ganas” también en el marco de las reuniones.
Un espejo que no distorsionara nuestra autopercepción como conductores de reuniones, o que nos dificultara echarle la culpa al otro (no quieren escuchar, no quieren entender, no quieren participar, luego no hacen nada), sería un buen regalo para los sufridores de reuniones de este país.
Eva Cantavella
Tienes razón en cuanto a que la percepción reflejada en el espejo suele ser distorsionada pero la capacidad y la valentia del directivo consiste en atreverse a cruzar al otro lado lado del espejo para ver algo mas que su reflejo y entonces,algunos, la mayoria, descubriran su mediocridad y una falta de rigor y profesionalidad que convierten una herramienta útil en una rutina absurda y costosa economica y socialmente.
Esa mediocridad se ha adueñado en tal forma de nuestras organizaciones que una reunión normal breve y eficaz se ha convertido en un hecho escepcional y que incluso la minusvaloran .
Mientras no se reaccione contra la mediania y se retome el esfuerzo por el dialogo el rigor en el comportamiento y la eficaciaen las decisiones vas ha seguir teniendo mucho trabajo.
Es verdad que los que hacemos reuniones desde hace tiempo (no desvelaré mi edad!) no nos planteamos optimizarlas como un área de mejora. Nos apuntan a un curso y vamos de mala gana…pero si luego tenemos la suerte de que el curso lo impartas tú… NO ARREPENTIMOS DE NO HABERLO HECHO ANTES!!! Muchísimas gracias Eva.
José Antonio
Hahaha
Les reunions continuen éssent un nou terreny on els caps mantenen el repte de continuar demostrant els demés que pel fet de ser-ho, se'ls han d'escoltar i, fins i tot, que té sentit estratègic o trascendental tot allò que diuen. Per tant, no cal preparar una reunió, no cal documentar-la, establir prioritats en la comunicació o pensar en la manera que arribi als col.laboradors allò que és essencial de veritat. Nou error. El management és una altre cosa però costa molt més ésser bo que ésser poderós
Pues si… Cuanta razón tienes Eva! Una de las virtudes que dicen tener muchos mandos es que son perfeccionistas (cualidad "glamurosa"), lo cual ya va bien! El problema es cuando no se dan cuenta lo que conlleva esa cualidad cuando se llevan trabajo a casa y no estás por lo que hay que estar cuando estás con los tuyos, y sobretodo en el ámbito laboral cuando estresas a tu equipo. Existen grandes carencias en los mandos actuales, en cuanto a liderar, formar, delegar, gestionar conflictos, planificar…etc. Ah! pero lo importante es que en la organización vean que estoy superimplicado, llevandome trabajo a casa. Eso es superglamuroso!
Carlos Marcos
Molt bé Eva, quanta raó tens! Després de la lectura del teu llibre intento aplicar sempre els consells i ho transmetro als meus colegues.
I sobretot en aquests temps, que l'eficiència i rendibilitat és imprescindible!
Gracias a todos por vuestros comentarios
Eva, se la voy a enviar ipso facto a mi jefe, a ver si se da por aludido y tenemos proyecto 😉
Es cierto que muchas personas hacen las cosas porque "toca" o por obligación. Esquivan sus carencias personales, al evitar mirarse en este "espejo" que les ayudaría a mejorar muchos aspectos. Mirarse supone una introspección que no todo el mundo está dispuesto a hacer. Por lo tanto, no me extraña que en muchas reuniones de empresa los directivos no consigan los resultados que pretendían. Y me pregunto ¿Cómo un directivo pretende mejorar su equipo sin cuestionarse?
Y entonces recuerdo aquella frase de Gandhi que dice: "Si quieres cambiar el mundo,empieza por cambiarte a tí mismo."